viernes, 9 de septiembre de 2016

La participación de los padres en la vida escolar parece tener repercusiones tales como:

• Una mayor autoestima de los niños y niñas.
• Un mejor rendimiento escolar.
• Mejores relaciones padres/madres e hijos/hijas.
• Actitudes más positivas de los padres y madres hacia la escuela.

Los efectos repercuten incluso en el profesorado, ya que los padres y madres consideran que los más competentes son aquellos que trabajan con la familia (Pineault, 2001). 


                                 AMOR - PERDÓN - UNIDAD.

LA IMPORTANCIA DE LA RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA

La familia y la escuela son los dos contextos más importantes para el desarrollo humano.

El potencial e influencia de ambos contextos aumentará si entre ambos sistemas se establecen relaciones fluidas, complementarias, cordiales y constructivas que tengan como objeto optimizar el desarrollo infantil.  

La relación de colaboración es posible si existe: 
  • Clara delimitación de los roles  y las responsabilidades. 
  • Confianza de los padres en el saber hacer profesional de los profesores. 
  • Los profesores han de reconocer a la familia como primeros educadores. 

La Educación Infantil es una tarea compartida de padres y maestros con el objetivo de educar a los niños y niñas.  Las relaciones entre padres y maestros tienen que ser cordiales y amistosas para poder llegar a un acuerdo en cuanto a objetivos, criterios de educación y trato con los niños, con el fin de que disfruten de su infancia y construyan una personalidad equilibrada.

En definitiva, la colaboración que se establezca entre la familia y la escuela debe tender a convertir a estos dos contextos en comunidades de prácticas educativas compartidas.
Una buena relación entre padres y maestros facilitará al niño su proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo tanto, esta relación debe ser cordial y amistosa generando un buen clima de confianza entre ambos. Gracias a ella, se genera en los niños y niñas sentimientos de seguridad y motivación hacia el aprendizaje ya que ellos y ellas son conscientes de la preocupación y la labor educativa que realizan sus padres y maestros. Todos y todas debemos tener
en mente que tan importantes son los maestros y maestras en la Educación Infantil como los padres y madres de los alumnos. Tal es la importancia de las relaciones Escuela – Familia que queda recogida en cualquier currículo de Educación Infantil. Así queda recogido en el  Real Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establece las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil; 

 “En este proceso adquiere una relevancia especial la participación y colaboración con las familias”. 

Desde el primer momento en que el maestro o maestra conoce a los familiares de sus alumnos (puede ser en la primera reunión del curso) debe hacerle ver las ventajas que adquiere su colaboración y participación en la Escuela Infantil, tales como:  

  • Familia y escuela comparten el objetivo de educar integralmente a los niños y niñas.
  • Una buena relación entre familia y escuela genera en los niños y niñas seguridad, motivación… 
  • Tanto familia como escuela pueden aportarse mutuamente informaciones importantes sobre la evolución del niño y la niña.  

  • La escuela infantil puede servir a los padres para su formación como educadores.  
Además de ello, el educador debe mantener informado a los padres acerca de las actividades que se están llevando a cabo en el aula, las que se tienen pensadas realizar… así como de los avances o retrocesos que su hijo o hija experimenta.



Autora del artículo: Lorena Piqué Velasco  

PELÍCULAS PARA DEBATIR EL ROL DE LA FAMILIA Y DE LA ESCUELA

Son películas que asocian el tema de la familia a la presencia de los niños y adolescentes en las escuelas, por lo tanto la problemática apunta a la problemática de la educación en ese contexto.
Las historias no son principalmente familiares, pero detrás de cada una de ellas hay diversos modelos de familias, de padres y de hijos que interactúan entre sí y con las diversas instituciones.

No es necesario trabajar la película completa, si no se dispone de mucho tiempo (jornada, convivencia, campamento, talleres, capacitación): una buena selección permite que se genere el debate para sacar las conclusiones necesarias.
Pueden trabajarse algunos fragmentos cortos (10 minutos) y generar el trabajo personal y grupal, la discusión, el debate, el intercambio de criterios.
Padres, docentes o alumnos pueden disponer de las preguntas o los planteos que van a proponerse al concluir, para orientar la mirada y ejercitar la escucha y la interpretación.
Algunas películas admiten TRES tipos de espectadores = LOS ALUMNOS, LOS DOCENTES, LOS PADRES. Un debate integrando las TRES MIRADAS puede resultar educativamente muy rico, siempre que el material permita trabajar con grupos tan heterogéneos.






Jugar no debería ser algo exclusivo de los niños. Cada vez que juego con mi hija o con mis alumnos en la escuela, siento que vuelvo a mi infancia. Me desconecto de los problemas y preocupaciones de la vida adulta, porque al compartir con los pequeños vivo el instante, sin mirar el pasado, ni el futuro.
En muchas ocasiones, nos toca compartir momentos en familia y no sabemos qué actividades realizar. Cuando se nos han agotado las ideas, o bien tenemos una fiesta de cumpleaños, de fin de año o simplemente un día de lluvia, estos juegos divertidos te serán de mucha utilidad:

CINCO JUEGOS DIVERTIDOS PARA COMPARTIR EN FAMILIA


1. LA MONEDA
Para este juego necesitas una moneda y una venda o pañuelo. Primero se le vendan los ojos a uno de los participantes. Luego, el resto se sienta en una rueda y colocan al vendado en el centro de la ronda. Comienzan a cantar una canción mientras se pasan la moneda de mano en mano. Cuando termina la música, la persona que quedó con moneda en mano en ese momento, la esconde en su puño y coloca ambas manos cerradas en la espalda. El resto de los participantes coloca sus manos de esa forma también; entonces, el que esta vendado no sabe quién esconde la moneda y deberá adivinarlo. Si no lo adivina, tendrá un castigo: cantar una canción, saltar en un pie u otras ideas graciosas que se les ocurran.

2. LA FRASE INTERMINABLE
Recuerdo cuando era pequeña y jugaba a esto con mis hermanos. Este juego tan divertido, es muy fácil de realizar. Lo mejor de todo es que no necesitas ningún objeto. Se sientan en círculo. Alguien comienza a contar una historia pero diciendo una sola palabra. La persona que está a su lado deberá continuar la frase, diciendo la palabra anterior más otra propia. De esa manera, se formará una historia colectiva o frase interminable. Al irse agregando palabras se irá haciendo más difícil recordarlas todas. Es un excelente juego para ejercitar la memoria.

3. UNA HISTORIA DISPARATADA
Para este juego solo se necesita papel y lápiz. Una persona empieza escribiendo una historia pero solo hace el primer renglón y en el segundo renglón coloca una palabra. Dobla el papel de tal modo que se vea solo esa última palabra y se la pasa al de al lado. El siguiente continúa la frase y realiza el mismo procedimiento. Así sucesivamente, se van pasando el papel y lápiz hasta que no hay más lugar para escribir. Luego uno de los participantes lee la historia. Se forma una historia muy disparatada, que seguramente los hará reír mucho.

4. DÍGALO CON MÍMICA
Este juego, además de ser un clásico, es muy divertido. Se dividen en dos equipos. Un miembro pasa al frente y debe representar con gestos una película. El resto de su equipo debe adivinar. Si lo hacen, se ganan un punto y siguen jugando. Cuando pierden, sigue la ronda con el otro equipo.

5. LA TELE SIN SONIDO
Este juego lo hacíamos con mi padre cuando yo era pequeña. Se trata de encender la televisión o poner alguna película que tenga personajes dialogando. Se baja el volumen y se inventan diálogos divertidos que no tengan que ver con la escena. Al principio costará un poco pero a medida que las personas se van desinhibiendo, saldrán las conversaciones más disparatadas. Esto estimula la creatividad, la imaginación y la improvisación. Recuerda que como adulto es importante animarse, si los niños ven cómo lo hacemos, ellos también lo intentarán.


Cada vez que vivimos el instante de manera intensa, disfrutamos la vida en toda su magnitud y esplendor. En el caso del juego, reconectarnos con la imaginación nos trae innumerables beneficios, además de que compartimos momentos inolvidables con nuestros seres queridos. Por eso: ¡nunca dejes de jugar!


Cuentos para leer en familia.


La escuela de los niños felices.

Te voy a confiar un secreto.
Hay una escuela donde no se aprende a deletrear, sino a cabalgar sobre ciervos.
Tampoco se aprende a mirar fijamente a la pizarra con ojos soñolientos, sino a navegar sobre nubes.
No a medir las carreras del cronómetro no los saltos con cinta métrica, sino a bailar sobre el alambre.
No se aprende a bajar la cabeza ni a mirar de reojo al maestro, sino a domar monstruos.
Tampoco a balbucear textos, sino a reconocer huellas de hadas.
Y nada de que dos y dos son cuatro y que la hora tiene sesenta minutos, sino a hacer magia y a soñar.
No a estar sentado, en las bellas mañanas de primavera, en un aula que huele a trapo de pizarra y a ropa sudada, sino a oler como las flores.
No a pedir buenas notas y temblar cuando van a ser entregadas, sino a caminar sobre el agua.
Allí tampoco se aprende que luna empieza con l, estrella se escribe con ll, y que lobo tiene una b, sino a hablar el lenguaje de los animales.
No a estar sentado inmóvil y con la boca cerrada, sino a vivir en los árboles.
Y mucho menos a empujar a los demás: « ¡Largo! ¡Yo primero!», sino a consolar a las personas tristes.
¿Qué dónde está esa escuela?
En el Valle del Mirlo, tres kilómetros más allá de Pentecostés.
Se llama «La Escuela de los Niños Felices». Su puerta está abierta de par en par.
Vete allí. Y si un día regresas, cuéntales a tus maestros dónde estuviste.
Quizá comiencen a escucharte.

Fin

(Gudrun Pausenwang. Cuento espiritual. Cuento perteneciente al Proyecto Cuentos para Crecer.)


Lunes querido 

El Lunes estaba muy triste. Se había dado cuenta de que los niños no lo querían. Los escuchaba quejarse: – ¡Otra vez Lunes, nooooo! ¡Ojalá el Lunes no existiera! Las quejas se repetían continuamente, cada vez que el popular y querido Domingo se iba. Él Lunes se deprimió tanto por el rechazo de los niños que cayó enfermo. El médico le ordenó guardar cama, así que ya no podía cumplir sus funciones como día de la semana. Los padres y maestros convocaron a una gran reunión para decidir cómo afrontar la falta de Lunes.

Ahora sólo contamos con seis días, nuestros niños tendrán menos escuela y aprenderán menos. – se quejaban los padres.
No tiene por qué ser así, démosle al Domingo las funciones que tenía el Lunes y reduzcamos el fin de semana solo a los sábados. – sugirieron los maestros.
Todos estuvieron de acuerdo con la idea y así se hizo. Las clases empezaban el Domingo y terminaba el Viernes. Solo los Sábados los niños jugaban y descansaban.
Fue entonces cuando empezaron a extrañar al Lunes y a valorarlo. Iban a visitarlo, le llevaban flores, chocolates y globos, le hicieron cientos de lindos dibujos.
El Lunes se sintió tan querido que se recuperó y volvió rápidamente al trabajo. Los niños nunca más se volvieron a quejar de él.
Fin

(Ana Delia Mejía, escritora y educadora peruana. Cuento sobre aprender a valorar lo que se tiene.)




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